Cronicas del Rider- "Corre, corre que llueve"

El Sábado no veas como caía; ni con la docena de huevos a las clarisas, como estaría la cosa que la gente no llamaba por teléfono, un sms que no estamos para chacharas y a dormir. Pero como cada Santo tirene su octava, pues para eso estan los Domingos.... segunda oportunidad, de forma más segmentada quedamos cuatro riders con cuatro cohes en Alfondeguilla, lloviendo bien y con las ideas fijas por parejas, como está mandado que para eso es Domingo. Salomónica decisión: dos al Aljub y otros dos al Castillo de Castro. La del aljub me cuenta Juanvi que estaba buena, pero la de Castro, cosa fina y sin desperdicio; desde el interior del castillo hasta la pista, estoy seguro que, con bicicleta el tramo inicial se desvirgó el Domingo. Os podeis hacer una idea si agrandais la foto(se ve la senda) Monturas dentro de la muralla e iniciamos la bajada: escalón en el boquete para salir de la muralla, ajustado entre puños y calculando la frenada; parada obligatoria para girar la bicicleta; lomita premuralla con piedras y ceñida a tope a la izquierda para encajar en el lateral de la roca a la derecha; doble curva grado 7 para entrar casí parado en la curvita del torreón,(grado 9) si vas milimetrado la pasas, si se te va un poquito te puedes apoyar con el puño derecho en el torreón, y así parado retomas un giro a izquierda de 100º con fuerte desnivel, que te conduce a un angosto y virado pasillo entre rocas a la salida del cual hay una gran roca con un escalón grado 7, superado lo cual ya solo te queda un viraje a la derecha de otros 100º con pendiente de arena y grava pasado el cual ya notas que se te relaja el cuerpo. A cien metros con poco desnivel está el punto "0" de Talibanes. Todo esto con el suelo empapado y una leve llovizna acariciando el rostro. ¡¡¡ Que caña tio !!! Talibanes hasta abajo sin comentarios, rio por aquí, rio por alla, ahora soy yo el rio..... la zona de las piedras antes del mirador parecía Venecia, pero se pudo pasar.

Bueno, que fem? ahi si que coincidimos con los sufridores del pedal y por decisión unánime la Radical de Chovar.... para que os voy a contar: se puso a chispear de nuevo, y como Carlos y yo teniamos prisa ( ya lo sabiamos desde en Jueves pasado) decidimos, despues de esperar diez minutos hacer la "truculenta" La senda a cada metro susurraba" bajame, bajame" el suelo parecía plastilina y el agarre sin duda el mejor de todas las veces. Quedé gratamente sorprendido con la actuación de Carlos que hizo una espectacular, limpia y rápida bajada, haciendome silbar los oidos con su insistente persecución; la segunda parte era como bajar en canoa pero tambien muy bonita gracias a la limpieza realizada por algunos (yo no) hace dos semanas. Exhaustos, satisfechos, felices y contentos a recoger el coche de remonte y a la 1:45 camino de casa sin tapeo.