Las Crónicas del Rider-Domingo Full

Si el Sábado fue entretenido, del Domingo ni te cuento. A las 8:00 cargando las bicis y que no me noto las piernaaas. Para empezar, la casita de madera que así me espabilo con el rocio de la umbría; Guillermo, César, Alex y Yo calentamos motores con un clásico del finde. Mapa mental del recorrido con cada piedra en su sitio, las chumberas apuntando a contrapelo y las lositas para aderezar el guiso; calentitos hasta el barranco con buen agarre de terreno y remojón de media caña en la salida al rio; !! cuidado que hay agujero ¡¡ pero el aviso llegaba tarde y la caricia del agua iba dejando el rastro.
Remonte preparado con la excelente lógistica de Jose Manrubia y preparados en el parking de Alfondeguilla para la siguiente; nos encontramos con los KM boys y acometemos en grupo la bajadita del cementerio que como siempre, corta pero intensa no defraudó a nadie. El inicio desde los fosos de Cantallops dió un toque novedoso a parte de la peña. Llevaba yo detras, pegadito como un sello a Guillermo que no dudó en atajarme al más minimo despiste. La vertiginosa bajada propició un receso para almorzar; mientras, los Team KM aprovecharon para hacer otra bajada y volvimos a reagruparnos para hacer el PASAMÁ. (Uy, uy, que miedo) La Catedral de la Técnica se mostró como siempre fria e insensible, pendenciera y retadora con esa mezcla de "no puedo" " es imposible" " no me tiro" "que locura" "me cagooo" creando un sinfin de sensaciones y momentos airwais a gogo. Por si la cosa ofrecía dudas, comenzamos desde la misma cumbre de Pipa, (gracias por cierto a Jose Manrubia que me hizo el empujing muy llevadero) Guillermo se la cogió con ganas y bajó hasta por donde derrapan las lagartijas; Vicente, Paco y César hicieron maravillas en zonas muy complicadas donde se hace casí imposible meter la bici; quedé gratamente sorprendido. El resto hicimos lo que pudimos si bien hay que hacer especial mención de la gente que iba con las enduro y all mountain que tienen tanto merito como el que más. Especial mención a Carlos el Xilxero que se bajaba todo lo que le echaban; teniamos que pararlo porque se quería tirar por todos los sitios. Por cierto a mi me cazaron al vuelo entre Guillermo y Sergio en un "free out" Y es que el pasamá es otra cosa: curvas con escalón imposibles arriba, desnivel de vértigo a mitad, rocas afiladas en la ladera y recodos de curva de 200○ donde te sobra media bicicleta.
Una bajada diferente con una exigencia tope de gama en técnica, arrojo, y forma fisica donde no cuenta la velocidad ni el tiempo, no es una bajada sino una lucha contra la fuerza de la gravedad.
(Dosis máxima recomendable: 3 veces al año, subir confesado)

Las crónicas del rider-Garbí

Como un clavo a las 8:45 todos en Estivella; ji ji, ja ja y para arriba que estamos perdiendo dinero. La mañana dió de sí de una forma brutal, ya que hacer cinco bajadas y que dé tiempo al tapeo no lo recordaban ni los más viejos del lugar; y es que la sincronía es la madre del progreso.
Por este orden: antenas, la segunda, la primera, dinamita y la madre hasta Estivella. Antenas para calentar no estuvo mal aunque hay que meterle mucho ritmo para que el cuerpo suene; totalmente limpia de losas sueltas y con la trazada esculpida. La segunda y la primera más elaboradas y variadas ofrecieron fondo free y diversión y Dinamita, que nunca defrauda estaba en condiciones excepcionales de agarre (salvo el pre-salto antes de la plaza que me brindó una tumbada hasta el codo) Naxo, Juan II, Chechu, Paco, Carlos, Juan I y yo, despues de una leve pedaleada rematamos la mañana con la Madre hasta Estivella, disfrutando de bonitas escenas campestres con riachuelos, vegetación y alguna pirueta sin consecuencias de la mano de Juan II.
Hacía muchos Sábados que no disfutaba tanto. Armonía, poco empujing y mucha bajada deben ser seguramente los factores del éxito.

Crónicas del Rider. Castro-Casita

El Sábado lloviendo para no perder la costumbre, pero el Domingo trajo un sol tan nitido que hasta las ideas hacían sombra. Para celebrarlo y porque está de moda nos fuimos a Castro para presentar en sociedad el nuevo tramo técnico. Guillermo volvía a montar su Stab despues de año y pico, Carlos vino con Juan y Sergio, las nuevas promesas de Manises, y todos disfrutamos de una larga variada y bonita bajada. El nuevo tramo impactó positivamente por su elevado nivel técnico, empezando desde dentro de las murallas en el punto más elevado del castillo, bajando luego junto al torreón para doblar un sinuoso pasillo entre rocas y despues de unos escaloncitos empezar a coger buen ritmo hasta la fuente de la penyeta; a partir de ahí, el agua marcó un recorrido más propio de los valles pirenaicos, con una exuberante vegetación que exigía mayor concentración. En el mirador nos reagrupamos casí extenuados por el vertiginoso crono empleado, llegando hasta el final exhaustos y satisfechos. Las 10:30 en la pista ¡¡así dá gusto!! estando, despues de recoger los remontes, a las 11:15 preparados para bajar la Casita de Madera; mañana completa y satisfactoria con final en el barranco que venía crecidito y proporcionó algún remojón. Día redondo, sin casí empujín, mucha bajada, suelo impecable y paisaje para vacilarle a un pastor. ¿¿¿qué más se puede pedir???