Crónicas del Rider.- Serra

Aquello es una camara.... no, es una antena.... me parece que es una camara fue el tema inicial del día mientras nos equipabamos para bajar las antenas de Serra. El día se presentaba plomizo y algo fresco, con lo que decidimos calentar un poco haciendo la larga en primer lugar. Los huesos, articulaciones y los pedazo musculos iban poco a poco encontrando su posición mientras descendíamos por la rojiza bajada; con bastante humedad el suelo se mostraba pelín peligroso, de forma especial en las abundantes y brillantes losas que aderezan esta senda. Paco nos recogía al vuelo en la salida de la pista sin más complicación. La segunda, muy especial: Dinamita con chirimiri en la cara y suelo humedo pero perfecto; al poco de empezar a bajar, Chechu que se tira en plancha a coger un fósil, pero resulta ser un magno-lito común. En el salto Naxo que estrena basculante decide probarlo y repetir (por aquello de recuperar el parón) Los técnicos decidimos rappelar sobre la bici bici como vulgares lagartijas. Los toboganes se dejan hacer justo en el limite de adherencia; salida a la pista y Rafa nos recoje con la furgo. La tercera que se ha hecho es, valga la contradicción, la primera, en la que yo he hecho el remonte y poco puedo contar; de ahi al almuerzo en el Chaparral (bocata di cardinale) y la cosa que empieza a afinarse; de chirimiri a ligero aguacero pero que no es suficiente para hacernos desistir; para acabar triunfando decidimos hacer de tirón Dinamita y la Madre hasta Estivella; no veas como caía, da igual, p´abajo. Dinamita ha cambiado como del cielo a la tierra en menos de una hora; llegamos a los toboganes y nos miramos de reojo; el único que se atreve es Naxo que acaba tirandose de la bici porque aquello no hay quien lo pare; los demás, si lo teníamos claro... ahora más. Pedaleamos la transición y encaramos la bajada hacia Estivella. Al final de la zona radical Rafa hace una apoyada en bateria con una elegancia pasmosa (el ABS hoy no funciona bien) Pasamos por el barranco en pleno delirio aguaceril (no veas los bolos como brillaban) Chechu colapsa la trazada y su subconsciente decide darse un restregón (la cosa no es para menos) continuamos por la ladera de las losas "DH copa del mundo" que está tan delicada que solo permite respirar en las rectas. Trazadas precisas, freno justo y siete ojos para entrar por donde toca y sortear la variedad de jabonosas losas que amenazaban, todo eso con la cara llena de barro rojizo salpicado de la rueda. Una pasada de mañana que acaba sin percances, sin pinchazos ni averías.
¡Bendita lluvia nuevamente!

"Me voy a comprar unos pantalones de nylon para estas ocasiones"