Festibike 08 Vallnord

Como siempre Andorra es especial para los riders. ¿donde estan los verdes?..... Los verdes somos todos en Andorra, ya que la comprensión de que la montaña es para el disfrute general llega a su maximo exponente en ese trozo de los Pirineos. La verdad es que este año planteaba dudas mi asistencia al evento, pero una llamada a las diez de la mañana del jueves fulminaba la incertidumbre y ese mismo día a las 6 de la tarde iniciabamos el viaje el Team "Pipa Boys" montados en nuestro Hammer recien decorado para el evento. Y es que los viajes cuando menos te los programes mejor salen.

El Viernes a las 9:30 ya estabamos equipados a pie de telecabina y achuchando a las taquilleras para que nos cobraran (yeee, vaa, que estamos perdiendo dinerooo) La espera se recompensaba sobradamente en una jornada TOTAL, record de adrenalina y disfrute sobre las cuatro veces que he subido a Andorra. Empezamos por lo más alto, despues de trasbordar al telesilla y desde ahí hicimos todas las variantes de la parte alta: Wood Park entretenido y gracioso y la de la Copa del Mundo que encontramos muy peligrosa, superembarrada y rota y que no apetecía repetir; la de Cédric se dejó bajar con entusiasmo, para realizar luego una bajada por la técnica (senderista) hasta Sispony (todo un clasico para mí) Pero el plato fuerte, inesperado y espectacuar ha sido la novedad de la ruta 66. Los de Vallnord han metido máquina, limpiando, ensanchando, aperaltando e intercalando saltos con meseta en lo que era una de las bajadas largas, consiguiendo una superrapida, divertida y perfecta bajada apta para todos los niveles y con disfrute asegurado para todos; una auténtica pasada que tuvimos el honor de realizar 10 veces, sin que por ello perdiese el más minimo atractivo. Enhorabuena al diseñador porque es la bajada perfecta. Intercalamos otra bajada, la secreta de Candy, un granadino que vimos en el telecabina que llevaba dos meses bajando y al que saludaban hasta los grillos; una técnica poco transitada fuera de calendario con bastante barro y zonas radicales en las que el freno funcionaba igual que las pegatinas del casco. Ahi Guillermo hizo una "espatarrada" por deslizamiento lateral a causa del barro que le dejó bloqueado e inmovil, hasta que llegue yo y lo acabe de espatarrar cayendole encima de forma inevitable. (juro que oí el crujido de sus musculos)

Exhaustos y satisfechos acabamos la jornada a las 7 de la tarde, aprovechando para hacer reparaciones diversas en la puerta del hotel. Al día siguiente no pudimos ni enfundarnos el equipo por lo que decidimos darnos una vuelta y ver los entrenamientos de saltos. En resumen una !!! PASADA¡¡¡ para volver cuanto antes.