He esperado a tener las fotos para publicar esta entrada. Si el Sábado fue diferente pasearse junto a la nieve por les eretes, el Domingo resulta casí inadjetivable la sensación vivida literalmente metidos en la misma. La subida a la nevera por la pista resultó algo más que dificultosa a causa del bloque de hielo que cubría enteramente las dos rampas de hormigón y casi todo el primer tramo hasta el desvio del aljibe. En la segunda rampa había un todoterreno con una rueda ya en el abismo y al que ataron a un pino con una cuerda; tratando de evitar la cuerda Guillermo se abrió una brecha en el pómulo a causa de un resbalón. La subida del segundo tramo era una mezcla de nieve de a palmo con bloques de hielo (el más pequeño como una mesa
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