Hoy se presentaba una jornada incierta con la psicosis de grandes nevadas infiltrada por los medios de comunicación; al final unos espolvoreados copos y abundante hielo que aportaron un toque varietal a la salida sabatina. Con 1º en Alfondeguilla y -1º en Xovar decidimos calentar con la Radical; tras una entretenida ascensión al más puro estilo Camel Trophy, que sirvió 
de instantáneo purgante a Carlos, y tras haber acojonado a la peña, Paco consiguió finalmente hacer subir su máquina que tiraba del trineo cargado de bicis hasta la plataforma de la Radical. Carlos sin papel y el 4x4 yendose hacia atras en la rampa del 50%, el personal palido intentando disimular el pánico; al final algun arañazo en los bajos (los de Carlos porque a falta de papel..............piedra rodena)
de instantáneo purgante a Carlos, y tras haber acojonado a la peña, Paco consiguió finalmente hacer subir su máquina que tiraba del trineo cargado de bicis hasta la plataforma de la Radical. Carlos sin papel y el 4x4 yendose hacia atras en la rampa del 50%, el personal palido intentando disimular el pánico; al final algun arañazo en los bajos (los de Carlos porque a falta de papel..............piedra rodena)Comenzamos la bajada despues de crestear, y rápidamente encontramos una senda diferente a lo habitual; 
el exceso de agua provocaba un extraño barrillo de arena que combinado con la humedad de las rocas hacía comportarse de forma extraña las monturas. Curiosamente más facil de bajar en su conjunto pero con mucha menor tolerancia a los errores. Agrupados comenzamos la segunda parte con agua que brotaba de todos los rincones, charcas, pozas y riachielo continuo en la senda torrentera hasta llegar a la gran piscina que nos ponía punto y final a esa bajada. De ahi al almuerzo en la Carbonera (nota 10) para luego continuar, con cierto retraso, la mitica de Talibanes.Si la primera intensa, la segunda extensa y como siempre rellenando de satisfacción los maltrechos chasis de los riders; maltrecho especialmente el de Carlos que no llegó a alcanzar el suelo con el pié en el cortado del árbol y se administró un 
espectacular revolcón (afortunadamente sin mayores consecuencias que un machaque muscular y pupita) A partir de la fuente nos volvimos a reencontrar con el agua que atravesaba cada barranco hasta llegar a Alfondeguilla y poner punto final a la jornada.
el exceso de agua provocaba un extraño barrillo de arena que combinado con la humedad de las rocas hacía comportarse de forma extraña las monturas. Curiosamente más facil de bajar en su conjunto pero con mucha menor tolerancia a los errores. Agrupados comenzamos la segunda parte con agua que brotaba de todos los rincones, charcas, pozas y riachielo continuo en la senda torrentera hasta llegar a la gran piscina que nos ponía punto y final a esa bajada. De ahi al almuerzo en la Carbonera (nota 10) para luego continuar, con cierto retraso, la mitica de Talibanes.Si la primera intensa, la segunda extensa y como siempre rellenando de satisfacción los maltrechos chasis de los riders; maltrecho especialmente el de Carlos que no llegó a alcanzar el suelo con el pié en el cortado del árbol y se administró un 
espectacular revolcón (afortunadamente sin mayores consecuencias que un machaque muscular y pupita) A partir de la fuente nos volvimos a reencontrar con el agua que atravesaba cada barranco hasta llegar a Alfondeguilla y poner punto final a la jornada. Dos grandes bajadas con anécdotas para el disco duro y buenas sensaciones para el cuerpo.
"Como no todos los riders son fiables, continuamos sin conocer la senda los Pepes de Onda"
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