La mañana se presentaba radiante; cielo despejado, sol fehaciente y ocho grados de temperatura para no amodorrarse. Con puntualidad lapona aparecen los riders en Donance a las 9:15. Cierto que la mañana dio de sí en todos los aspectos e hicimos dos bajadas de las buenas y un empujin de galería. El suelo, en el techo de Espadán parecía estar colocado por encargo y disfrutamos cosa mala sobretodo en la larga hasta Jinquer. Más resbaladiza estaba la segunda, camino de Algimia aunque sin desperdicio. Dío tiempo a acondicionar para el tránsito los arcenes despues del escalón del alto de los cubos (trinchera que por vez primera he visto) e incluso a degustar el plato por excelencia de la sierra: las patatas bravas como merecido descanso del guerrero.
Como anécdota, ya lo oireis en el video, vimos peces de colores en el barranco de la fuente.
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